¿Servir en el Ejército? Un honor.
Román
revueltas
Retes.
¿Me podrían dar ustedes una razón por la cual los jóvenes desempleados no deberían de alistarse en el Ejército mexicano?
¿Es algo indecente, deshonroso, deshonesto o denigante? ¿Además, qué inconveniente tendría la carrera de las armas, en sí misma, como para que la propuesta del gobernador Duarte deba ser posteriormente aclarada y resultar en algo así como un apostolado de tiernos voluntarios encargados de llevar socorro a las víctimas de las hecatombes naturales? ¿no es acaso un honor llevar el uniforme de los que han jurado defender a la Patria?¿no es un orgullo exhibir unos galones ganados trabajosamente a lo largo de años de dureza y desvelos?
¿Y por qué no debieran de afrontar, justamente quienes no estudian ni trabajan, la severidad de la disciplina militar? ¿no es formativa y saludable? ¿no son mejores mujeres y hombres quienes saben respetar las jerarquías, acatar el principio de autoridad, aguantar las penurias físicas, soportar estoicamente la adversidad, aceptar la cultura del esfuerzo, demorar las gratificaciones y, con todo eto, hacerlo para servir a los demás? ¿Cuando dejó de ser el sacrificio individual allgo encomiable y se volvió motivo de crítica y escarnio?
Yo a los militares los admiro y a los soldados los respeto. No me gusta la violencia y la fuerza bruta me resulta aterradora. La guerra es abominable. Pero mientras los seres humanos sigamos siendo bestias llevadas por los instintos más primitivos no hay otra manera de defender a la civilización que poner su salvaguarda en manos de los guerreros profesionales. Su tarea es ingrata y, en este país, poco reconocida. Tenemos en este sentido, una gran asignatura pendiente como sociedad. No otorgamos a nuestros combatientes el lugar que merecen. Y son precisamente ellos, los miembros del Ejército y la Marina, quienes están dando la cara en estos duros momentos y quienes están poniendo su cuota diaria de sangre y sufrimiento.
El llamado a servir en las filas de las fuerzas armadas es una altísima distinción. A ver si nos enteramos.
reproducido por el
ARMA DE CABALLERÍA DEL PENTATHLÓN.
Patria Honor y Fuerza.
revueltas
Retes.
¿Me podrían dar ustedes una razón por la cual los jóvenes desempleados no deberían de alistarse en el Ejército mexicano?
¿Es algo indecente, deshonroso, deshonesto o denigante? ¿Además, qué inconveniente tendría la carrera de las armas, en sí misma, como para que la propuesta del gobernador Duarte deba ser posteriormente aclarada y resultar en algo así como un apostolado de tiernos voluntarios encargados de llevar socorro a las víctimas de las hecatombes naturales? ¿no es acaso un honor llevar el uniforme de los que han jurado defender a la Patria?¿no es un orgullo exhibir unos galones ganados trabajosamente a lo largo de años de dureza y desvelos?
¿Y por qué no debieran de afrontar, justamente quienes no estudian ni trabajan, la severidad de la disciplina militar? ¿no es formativa y saludable? ¿no son mejores mujeres y hombres quienes saben respetar las jerarquías, acatar el principio de autoridad, aguantar las penurias físicas, soportar estoicamente la adversidad, aceptar la cultura del esfuerzo, demorar las gratificaciones y, con todo eto, hacerlo para servir a los demás? ¿Cuando dejó de ser el sacrificio individual allgo encomiable y se volvió motivo de crítica y escarnio?
Yo a los militares los admiro y a los soldados los respeto. No me gusta la violencia y la fuerza bruta me resulta aterradora. La guerra es abominable. Pero mientras los seres humanos sigamos siendo bestias llevadas por los instintos más primitivos no hay otra manera de defender a la civilización que poner su salvaguarda en manos de los guerreros profesionales. Su tarea es ingrata y, en este país, poco reconocida. Tenemos en este sentido, una gran asignatura pendiente como sociedad. No otorgamos a nuestros combatientes el lugar que merecen. Y son precisamente ellos, los miembros del Ejército y la Marina, quienes están dando la cara en estos duros momentos y quienes están poniendo su cuota diaria de sangre y sufrimiento.
El llamado a servir en las filas de las fuerzas armadas es una altísima distinción. A ver si nos enteramos.
reproducido por el
ARMA DE CABALLERÍA DEL PENTATHLÓN.
Patria Honor y Fuerza.
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