Escolta de la Bandera Nacional integrada por cadetes del batallón "Héroes de Chapultepec" armados y en uniforme de Gran gala durante la ceremonia de aniversario del Arma de Caballería.
Por Arturo Ortega.
Ahora de moda la llamada "Revolución" mexicana que no fue otra cosa que una serie de rebeliones armadas y violentas entre los llamados caudillos para el "quítate tú para ponerme yo", sigue siendo demagógico prometer a la juventud la posibilidad de satisfacer sus necesidades materiales y culturales en un mañana indefinido.
Aún hoy a cien años de la Revolución, no se ha aprovechado la enorme riqueza que representa nuestra juventud, los gobiernos posrevolucionarios no han atinado a crear -por ignorancia, mala fe o incompetencia- una planeación y organización de una política de atención integral a la juventud.
Los políticos se refieren a la juventud como un problema o un mal necesario sin que repito, exista una política para la juventud que se sustente en una planeación adecuada.
El Pentathlón lleva décadas de ventaja en el camino recorrido para la formación integral de la juventud.
El Pentathlón considera a la juventud como una fuerza moral y material que ha de participar necesariamente en la construcción de la nación. La juventud según la ideología Pentathlónica debe ser parte sustancial en la planeación nacional y en los planes estatales de desarrollo.
Conforme a los informes del INEGI actualmente en México existen cuando menos 7 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan, con altísimo riesgo de que estos engrosen las filas del crímen organzado, la malvivencia, el consumo de drogas o las preversiones sexuales entre ellas la galopante homosexualidad.
Los jóvenes y menos los jóvenes pentathletas no pueden permanecer con los brazos cruzados frente a la edificación de la nación, tienen que comprometerse en tareas para desarrollarla.
Es necesario hablar a los jóvenes del México de hoy, clara pero apasionadamente de la necesidad e importancia de las Figuras Arquetipicas, de los Modelos y ejémplos a seguir, refiriéndome a los ejemplos edificantes, a las figuras arquetípicas que construyen, que trascienden y no los modelos que el consumismo y la masificación imponen como los narcos, los maradonas, las madonas y largo etcétera.
Para el Pentathlón, la juventud no es solo promesa, es una realidad activa y fecunda en la construcción de la nación y en la lucha por acelerar su proceso histórico de desarrollo. La juventud debe identificarse con los anhelos históricos de México.
Hoy el problema de la juventud y los peligros que le acechan son más graves que nunca: con padres de familia adolescentados, riesgo de inclinación a los vicios, violencia irracional, degradación de la familia, la Iglesia en crisis, la educación igual, por si fuera poco, diputados, senadores y gobernantes imbéciles y corruptos. Ésa es la situación.
Compañeros pentathletas y sobre todo sus dirigentes, atendamos a la juventud, dejémos a un lado la indiferencia, la apatía y la ennvidia, Hagámos un Pentathlón versátil, activo y participativo que se convierta en un oasis para la juventud de México.
PATRIA HONOR Y FUERZA